Lunes 8 de junio, hoy es el cumpleaños de mi padre, y sólo falta un día para el mío. Si, fue una casualidad, pero son de esas afortunadas casualidades, que hacen que podamos celebrar los cumpleaños juntos, y hacer cosas juntos. Mañana mismo, nos hemos apuntando los dos a un curso de patés y quesos, prometo post con la experiencia en el curso.
Y dejando atrás tanta charleta, ya se me olvidaba, ¡felicidades padre!!
Mi padre no es mucho de dulces, pero le encantan los tés, sobretodo el té con menta marroquí, así que estas galletas se las dedico a él. El té que he usado es una mezcla de té verde, con menta, canela y regaliz y viene en bolsitas. Si queréis usar otro té a granel, yo lo trituraría más para que no nos sean desagradable las hojas grandes.
Ingredientes para unas 25 galletas
- 225 grs de mantequilla
- 140 grs de azúcar moreno
- 3 o 4 bolsitas de té marroquí con menta o 1 cda de té al granel
- 1 yema de huevo
- 1 cdta de extracto de vainilla
- 300 grs de harina
- una pizca sal
- sesamo
Ponemos la mantequilla y el azúcar en un bol y lo batimos bien. Si utilizamos un té en bolsitas, las abrimos y vaciamos su contenido. Añadimos el té a la pasta de mantequilla y, a continuación, agregamos la yema de huevo batida, y el extracto de vainilla.
Tamizamos el harina con la sal en un bol, y seguimos batiendo hasta que esté todo bien incorporado.
Formamos un rollo con la masa. En un plato, o en la encimera, echamos un puñado de sesamo y rebozamos el rollo por todos los lados. Envolvemos el rollo en papel film y lo dejamos en la nevera durante 2 horas por lo menos.
Precalentamos el horno a 190ºC y forramos un par de bandejas con papel de hornear.
Desenvolvemos la masa y la cortamos en rodajas de 1cm de grosor con un cuchillo. A continuación, las colocamos en las bandejas dejando un poco de espacio entre ellas.
Horneamos las galletas durante 13-15 minutos, hasta que queden doradas. Una vez fuera del horno, las dejamos de 5 a 10 minutos en las bandejas para que se enfríen y, con la ayuda de una espátula, las colocamos en una rejilla para que se enfríen del todo.