16 abr 2015

Pan de Sant Jordi

Pan de Sant Jordi




Sant Jordi es por excelencia el patrón de los enamorados en Cataluña. Cada 23 de abril y coincidiendo con el día del libro, nosotros celebramos esta tradición, que consiste en que el hombre regala una rosa a la mujer, y la mujer regala una libro a su amado. Pero, ¿queréis saber de donde nace la historia?




Se dice que hace mucho, mucho tiempo, el pueblo de Montblanc fue devastado por un temible dragón. En el pueblo sólo reinaba el terror, por eso los habitantes de Montblanc pensaron en darle al dragón una persona cada día, como sacrificio.

Así que después de una larga discusión, los aldeanos decidieron sortear quien iba a acabar en el estómago del dragón.

Pero un día, la mala suerte llegó, y la hija del rey fue escogida para ser devorada por el dragón. El rey, afligido, no tuvo otro remedio que aceptarlo, si era su turno tendría que aceptarlo.

Así fue como la doncella, salió de su castillo para encontrarse con la bestia, mientras todo el pueblo la miraba desconsolado. Pero mientras la princesa se dirigía hacia su sacrificio, un joven caballero, con una brillante armadura, montado sobre un caballo blanco, hizo acto de presencia.

El joven le dijo a la doncella:

-No sufras, joven doncella. He venido desde muy lejos, para protegerte y liberarte a ti y a tu pueblo de la bestia.

En ese mismo momento, surgió de la nada el dragón. Empezó una intensa batalla, hasta que el caballero le clavó su lanza, y lo mató. De la sangre que brotó, surgió un rosal, con rosas rojas, las más bonitas que nadie había visto nunca. El joven cortó una y se la regaló a la princesa en muestra de su amor.


¿Os ha gustado? ¿A que es una historia preciosa?

Yo siempre rompo la tradición y nunca dejo que me regalen rosas, jejeje, ¿que le vamos a hacer, si prefiero los libros? Por que los libros son para siempre, y debemos fomentar la lectura.

Y sin más remilgos, os dejo con esta receta tan fácil, del ya tradicional "Pan de Sant Jordi". La receta es una adaptación de esta otra de Miguel López Iturriaga del blog gastronómico " El Comidista."

Ingredientes:

  • 500 grs de harina de fuerza
  • 350 grs de agua templada
  • 7 grs del levadura seca
  • 1 cdta de sal
  • 2 cdas de aceite de oliva
  • 100 grs de sobrasada
  • 100 grs de queso emmental rallado 
  • 40 grs de nueces picadas.

Lo primero que vamos a hacer es la masa. La podemos hacer a mano o con la amasadora y el accesorio gancho, como he hecho yo.

Desliamos la levadura con la mitad del agua. En el bol de la amasadora colocamos la harina y hacemos un hueco en el centro donde echaremos el agua con la levadura, el aceite y la sal. Lo amasaremos todo hasta que la masa se despegue de las paredes.

Enharinamos una superficie, y amasamos bien para que la masa quede más elástica. Dividimos la masa en tres partes, cada parte será un poco más grande, ya que necesitaremos 4 tiras de masa con sobrasada, 3 tiras de masa con queso y 2 de masa con nueces (representan el escudo)

Yo pesé mi masa y hacía más o menos poco más de 800 grs, por lo que dejé unos 200 para la de nueces, 260 para la de queso y el resto la de sobrasada ( pero todo esto a ojo, más o menos calculando)





Cogemos cada masa y la mezclamos con el ingrediente que le toca y amasamos cada pieza hasta que se integren los ingredientes en toda su totalidad.




Engrasamos un molde cuadrado o rectangular. Vamos colocando las tiras de las masas, formando la bandera catalana, de tal forma que las tiras de nueces serán los laterales, e iremos intercalando las de sobrasada y queso de esta forma.






Dejamos fermentar una hora, y mientras calentamos el horno a 180ºC. Cuando pase el tiempo, metemos el molde en el horno y colocamos una bandeja metálica debajo  donde echaremos un vaso de agua, para que en el horno haya vapor y el pan suba mejor mientras se está horneando. Hornearemos entre 40-45 minutos, cuando veamos que ya se está ligeramente dorando por encima, es que estará listo.

Sacamos del horno, dejamos que pase unos minutos para poder desmoldar y lo colocamos sobre una rejilla para que se enfríe del todo. Y una vez frío, podemos servir. Es un buen acompañamiento para cualquier embutido, incluso es delicioso tomarlo sólo.








Yo también tengo a mi propio dragón, bueno más bien parece una vaquilla. No come personas, aún, pero yo si que me lo comería a él.








10 abr 2015

Pavlova con jengibre y piña

receta de pavlova con gengibre y piña


Creo que hace un tiempo, ya comenté que tengo una agenda donde apunto mis recetas pendientes. Son recetas, que tengo ganas de hacer pero nunca encuentro el momento, por que al final no sé por qué, me decido por otras.

Pues estaba yo, uno de esos días por los que me da por mirar libros de cocina para inspirarme, cuando  me fijé en una receta de mi libro "Saved by the Cake" de la escritora Marian Keyes. Ya os hablé de este libro hace tiempo, y os enseñé una receta buenísima de cheesecake con mi chocolatina preferida, los Snikers. La receta se llama, "Blokey Snickers Cheesecake loaf" y aún me estoy acordando de su sabor. 

La receta que me llamó la atención fue una pavlova que llevaba jengibre y piña. Me acordé de que en mi despensa tenía un bote de mermelada de jengibre nuevecito sin abrir, y aunque la receta se hace con jengibre en conserva, pensé que la mermelada podría servir de igual forma.

¡Ya está!, ya puedo tachar otra de mis recetas pendientes de mi agenda.

Antes de poner la receta, me gustaría explicar de donde procede este postre. Está elaborado con merengue seco, y está denominado así por la bailarina de ballet, Anna Pávlova. Es un pastel crujiente por fuera y cremoso y ligero a la vez. Yo a esta receta más bien le llamaría tarta efímera, por que en cuanto se sirve se tiene que comer, ya que si la guardamos se estropea, y además se tiene que montar en el momento que la vamos a tomar, y es por qué el merengue se humedece y la nata no puede estar mucho tiempo fuera de la nevera.


Ingredientes:

  • 3 claras de huevo
  • 175grs de azúcar
  • 1 cda de maicena
  • 1 cdta de vinagre blanco
  • 1 cdta de vainilla
  • 400 grs de nata para montar
  • mermelada de jengibre
  • jengibre confitado
  • piña natural o de lata

Primero vamos a hacer el merengue. Precalentamos el horno a 80ºC. Preparamos tres círculos en papel de horno de unos 18cms de diámetro (podemos usar unos platos pequeños), los colocamos en bandejas de horno, sin olvidarnos de darle la vuelta al papel para que la tinta quede debajo.



Montamos las claras de huevo a punto de nieve. Cuando empiecen a formar picos, incorporamos poco a poco el azúcar mientras seguimos batiendo. Cuando se formen picos duros y brillantes, echamos el resto del azúcar mezclado con la maicena, y a continuación el vinagre y la vainilla.

Dividimos el merengue en tres partes, para cada círculo y los extendemos con una espátula.






Horneamos los merengues durante unas 3 horas. Como estarán en dos bandejas, cambiaremos la posición de las bandejas a mitad de cocción. Es decir, ponemos una bandeja abajo y la otra arriba y a la hora y media las cambiamos, así los 3 círculos se harán de la misma forma. Los sacamos y los dejamos enfriar.

Ahora con la mermelada de jengibre vamos a hacer una especie de sirope. Para ello echamos 3 cucharadas colmadas de mermelada con 150 ml de agua en un cazo. Dejamos que hierva durante 2 o 3 minutos, sacamos y esperamos a que se enfríe.

Montamos la nata. No le echaremos azúcar ya que le vamos a añadir este sirope de jengibre en su lugar. Picamos unos cuantos trozos de jengibre confitado y cortamos a trocitos un trozo de piña.

Vamos a montar la tarta. En primer lugar colocamos una capa de merengue, con cuidado por que es muy frágil. Sobre esta capa, colocamos la nata al jengibre que habíamos montado y añadimos trocitos de jengibre, lo tapamos con otra capa de merengue.





Continuamos así con todas las capas, y acabamos con una capa de nata, jengibre a trocitos y le echamos la piña que habíamos cortado.






¡Y acordaos!, en cuanto la montamos la tenemos que consumir, es una tarta efímera.


Diseñado por El Perro de Papel