Sant Jordi es por excelencia el patrón de los enamorados en Cataluña. Cada 23 de abril y coincidiendo con el día del libro, nosotros celebramos esta tradición, que consiste en que
el hombre regala una rosa a la mujer, y la mujer regala una libro a su amado. Pero, ¿queréis saber de donde nace la historia?
Se dice que hace mucho, mucho tiempo, el pueblo de Montblanc fue devastado por un temible dragón. En el pueblo sólo reinaba el terror, por eso los habitantes de Montblanc pensaron en darle al dragón una persona cada día, como sacrificio.
Así que después de una larga discusión, los aldeanos decidieron sortear quien iba a acabar en el estómago del dragón.
Pero un día, la mala suerte llegó, y la hija del rey fue escogida para ser devorada por el dragón. El rey, afligido, no tuvo otro remedio que aceptarlo, si era su turno tendría que aceptarlo.
Así fue como la doncella, salió de su castillo para encontrarse con la bestia, mientras todo el pueblo la miraba desconsolado. Pero mientras la princesa se dirigía hacia su sacrificio, un joven caballero, con una brillante armadura, montado sobre un caballo blanco, hizo acto de presencia.
El joven le dijo a la doncella:
-No sufras, joven doncella. He venido desde muy lejos, para protegerte y liberarte a ti y a tu pueblo de la bestia.
En ese mismo momento, surgió de la nada el dragón. Empezó una intensa batalla, hasta que el caballero le clavó su lanza, y lo mató. De la sangre que brotó, surgió un rosal, con rosas rojas, las más bonitas que nadie había visto nunca. El joven cortó una y se la regaló a la princesa en muestra de su amor.
¿Os ha gustado? ¿A que es una historia preciosa?
Yo siempre rompo la tradición y nunca dejo que me regalen rosas, jejeje, ¿que le vamos a hacer, si prefiero los libros? Por que los libros son para siempre, y debemos fomentar la lectura.
Y sin más remilgos, os dejo con esta receta tan fácil, del ya tradicional "Pan de Sant Jordi". La receta es una adaptación de esta otra de Miguel López Iturriaga del blog gastronómico
" El Comidista."
Ingredientes:
- 500 grs de harina de fuerza
- 350 grs de agua templada
- 7 grs del levadura seca
- 1 cdta de sal
- 2 cdas de aceite de oliva
- 100 grs de sobrasada
- 100 grs de queso emmental rallado
- 40 grs de nueces picadas.
Lo primero que vamos a hacer es la masa. La podemos hacer a mano o con la amasadora y el accesorio gancho, como he hecho yo.
Desliamos la levadura con la mitad del agua. En el bol de la amasadora colocamos la harina y hacemos un hueco en el centro donde echaremos el agua con la levadura, el aceite y la sal. Lo amasaremos todo hasta que la masa se despegue de las paredes.
Enharinamos una superficie, y amasamos bien para que la masa quede más elástica. Dividimos la masa en tres partes, cada parte será un poco más grande, ya que necesitaremos 4 tiras de masa con sobrasada, 3 tiras de masa con queso y 2 de masa con nueces (representan el escudo)
Yo pesé mi masa y hacía más o menos poco más de 800 grs, por lo que dejé unos 200 para la de nueces, 260 para la de queso y el resto la de sobrasada ( pero todo esto a ojo, más o menos calculando)
Cogemos cada masa y la mezclamos con el ingrediente que le toca y amasamos cada pieza hasta que se integren los ingredientes en toda su totalidad.
Engrasamos un molde cuadrado o rectangular. Vamos colocando las tiras de las masas, formando la bandera catalana, de tal forma que las tiras de nueces serán los laterales, e iremos intercalando las de sobrasada y queso de esta forma.
Dejamos fermentar una hora, y mientras calentamos el horno a 180ºC. Cuando pase el tiempo, metemos el molde en el horno y colocamos una bandeja metálica debajo donde echaremos un vaso de agua, para que en el horno haya vapor y el pan suba mejor mientras se está horneando. Hornearemos entre 40-45 minutos, cuando veamos que ya se está ligeramente dorando por encima, es que estará listo.
Sacamos del horno, dejamos que pase unos minutos para poder desmoldar y lo colocamos sobre una rejilla para que se enfríe del todo. Y una vez frío, podemos servir. Es un buen acompañamiento para cualquier embutido, incluso es delicioso tomarlo sólo.
Yo también tengo a mi propio dragón, bueno más bien parece una vaquilla. No come personas, aún, pero yo si que me lo comería a él.