Todo empezó el lunes día 11 por la mañana. Nos convocan al casting a las 8:45 minutos en Plaza de España. Mi amiga y yo habíamos ido un poco antes para desayunar, y desde la ventana de la cafetería, podíamos ver como llegaba gente de todas las partes del país cargados con cajas, neveras enormes, carros y hasta una bombona de hidrógeno. Yo sólo llevaba una mini nevera con un par de tuppers y 0 utensilios ( ya que me dijeron que allí habría).
Nos dirigimos a la plaza, a la hora estimida. Nos mirábamos unos a otros , y mirábamos que llevaba cada uno: mira esa que caja más grande, y esa lleva un carro, ¡cuanto fondant! ¿pero esto no es un programa para Paco Torreblanca ?...
Bueno, los redactores iban buscando su grupo e informándonos como se iba a realizar el casting. En principio pintaba bien, parecía que estaba todo bien organizado, pero nada más lejos de la realidad.
Aparece, la presentadora a las 10 de la mañana, a medio arreglar, y todos esperando a que se grabe una entradilla para el programa, cabe decir que así se ahorraron los figurantes, para eso ya nos tenían a nosotros que llevábamos más de 1 hora esperando con nuestros postres y todas sus consecuencias.
Después de grabar 5 o 6 veces la entradilla y haciendo la pantomima entre vítores y aplausos, por fin nos dicen donde tenemos que dirigirnos.
Nos llevan al hotel Mercure, en la plaza Santo Domingo. Allí nos ponemos a hacer cola, cuando ya se hicieron las 11 de la mañana, y el postre seguía aguantando. Pasaba el tiempo, y de vez en cuando salía algún redactor con un megáfono llamando por nombres, para que entraran al hotel. El resto seguíamos en la calle.
Pasamos 3 horas haciendo cola, cuando se dieron cuenta que esto no tenia pies ni cabeza y que tenían que agilizar el asunto.
¿Que se les ocurrió? Que todos los que eran de Madrid, por favor, volvieran mañana. ¡Dios!, después de 3 horas, ¿nos decís esto ahora? ¿en serio?
Vale, el resto seguíamos esperando, con las manos dormidas, aguantado todos los enseres que llevábamos. Como éramos tantos, decidieron formar dos grupos, unos se quedaban y otras tendríamos que volver a las 19:00 de la tarde y volver a guardar nuestro postre cuando la cadena del frío ya había muerto.
¡Que casualidad!, me tocó a las 19:00 de la tarde, así que ya siendo casi las 15:00 , volvemos al hotel y dejo mi postre de nuevo en la nevera (no vaya a ser que le pase algo).
Aparecemos un poco antes de las 19:00, y ya había gente en la calle cerca del hotel haciendo cola de nuevo.
Cuando son cerca de las 21:30 nos dan por fin un número, (yo llevaba el 201) y teníamos que ir entrando en orden en el hotel de diez en diez a partir del 140, ya que los de antes se supone que habían sido atendidos esa mañana.
Son las 22:00 de la noche, cuando nos dicen que montemos el postre que habíamos traído. Me doy cuenta que no hay utensilios, y no puedo montar el postre tal como quería, así que les tuve que ir pidiendo cosas al resto de concursantes, que muy avispados ellos, trajeron todo lo necesario, por si acaso.
Pasa el tiempo, y pasa el tiempo, y van y nos dicen que si hay alguien que tenga la posibilidad de volver al día siguiente. Pero... ¿como?, ¡ya lo tenemos todo montado! Ni hablar, yo me quedo aquí hasta que me lo vean.
Hubo gente cansada, que se rindió, y gente que pensó que si no había otro remedio mejor volver al día siguiente.
Yo por cabezona, me quedé, no quería moverme de la mesa hasta que los mentores no valoraran mi postre. Y así, a las 24:00 salen Amanda Laporte, Sergi Vela, David Pallas y Jacob Torreblanca, que pasándose mesa por mesa fueron valorando el postre.
El mio fue, el penúltimo a ser probado. Yo llevaba lo que llamé Banoffee versión C.C ,que no era más que un blondie de plátano con nueces caramelizadas, relleno de un merengue suizo de dulce de leche y marhsmallow coronándolo. Sobre la base un toffee con un toque de ron.
Vino Amanda, muy simpática, intentó tranquilizarme , probó el postre y me dijo: esto está bueno, cuéntanos la historia. Yo allí enrollándome, contando la historia de Los Chatos chefs, haciendo algunas gracias ( esto es tv) y demás. Amanda habla con Sergi, y lo prueba, Sergi me mira y me dice: me gusta tu rollo, así que ven mañana a pasar la prueba de cámara. ¡ Que emoción! casi rompo a llorar, pero no me quedó claro, si me escogieron a mi o a mi postre, aunque en ese momento, sinceramente me dio igual.
Dejé el postre en el hotel, en una habitación refrigerada por aire acondicionado, y me dijeron que volviera a la mañana siguiente a las 10.
Ayer volvimos a esa hora exacta, y de nuevo a esperar horas y horas, habiendo sacado de nuevo el postre de la habitación fría, pasó más horas en la sala con todos los focos dándole, no sé ya ni como estaría el pobre.
Se hicieron las 15:30, (ya que primero tenían que pasar aquellos de Madrid que no fueron atendidos el día anterior, y las personas de fuera que tampoco fueron vistas), nos dicen que nos demos una vuelta para comer y que volviéramos en 1 hora, dejando allí los postres montados y calentitos.
Volvemos a las 16:30, y nos quedamos en la recepción del hotel esperando, a que acaban de comer o no, ya no se ni lo que estaban haciendo. Una hora después , por fin noticias, nos irán llamando de 2 en dos a los que no hicieron la prueba de cámara el día anterior. A todo esto, las personas que ya habían pasado 2 pruebas también esperaban a ser llamados y otras personas que pasaron toooodo el día en la azotea del hotel con todo el sol en sus postres, de vergüenza, vamos.
Mi amiga ya tenía el vuelo cogido para volver, así que me tuve que quedar sola un rato hasta ser llamada, sin tener ningún billete para volver a casa, sin saber si me quedaría o si no.
Me llamaron a las 18:30, por fin entro. Me encuentro una cámara filmándome y un micrófono debajo mio. Tres mentores, tras la cámara que no eran los del día anterior, para mi pesar, y me empiezan a hacer preguntas sobre lo que había traído y a que me dedicaba, como me defino, por que ese postre...
Yo como soy tan payasa, los vi riendo, se veía que cuajaba el asunto, hasta que comenté que era diseñadora de moda y me preguntan como haría un vestido hecho con dulces, y por que no había traído uno, que es lo que esperaban de una persona como yo. Sinceramente ni se me ocurrió, y como mencioné a Martha Stewart como referente, dijeron que mi postre no les dejaba con la boca abierta, que les encantaba como perfil para el programa, pero el postre no me representaba a mi que se me veía tan creativa hablando.
Así que cogí mi postre, les di las gracias por todo, salí por la puerta y lo tiré a la basura con toda mi pena, ya que todas mis ilusiones y esfuerzos también se fueron a esa basura.
Fui una ingenua pensando, que valorarían mucho más el postre, hubo gente que se obtuvo un no y ni siquiera fue probado, simplemente no era el perfil. Excusas como, tu porción es grande es para 2 en vez de uno, o eres tímido, o eres muy profesional, o poco profesional, sólo para quitarse de encima a toda esa gente que aguantó como jabatos tanta pantomima y ninguneo.
Sólo tengo que decir a todos los que también os habéis presentado como yo, que vosotros valéis, que sigáis con esto, que lo importante es que os haga feliz a vosotros y a los demás.
Y a todos los que habéis sido escogido, que muchísima suerte y que no dejéis se os rompan vuestros sueños.