Hace ya más de tres años que tengo el blog. A veces, se me hace difícil pensar en las recetas que voy a hacer cada mes, y eso que tengo una lista de recetas pendientes.
¿Sabéis cuando se os mete una receta en la cabeza, pero no la haces por falta de moldes e ingredientes? Pues eso me pasaba a mi con las "madeleines". Básicamente aquí el problema era el molde. Tengo tantos moldes y tan poco espacio, que me da un poco de palo comprarme otro para utilizarlo poco, supongo que a vosotros os pasa lo mismo.
Pero creo que merecía la pena comprarlo, y me comprometo a usarlo muchas más veces, sobretodo por el resultado tan delicioso de esta receta.
Además, aproveché para utilizar una mermelada que compré en Estocolmo, ideal para esta receta. Si queréis ver mi viaje a Estocolmo pinchad aquí. La mermelada la compré en Rosendals Trädgard, es ecológica, como todos los productos que venden allí. La gracia fue que como no sé sueco, yo leí: "apelsin" y creía que era manzana, jajaja. Cuando la abro, resulta que lleva trozos de naranja confitada, y digo... ¿eh?. Cogí el bote, y me puse a traducir, y resulta que "apelsin" es ¡naranja!. Suerte que me ha ido de coña para estas madeleines, porque además de naranja, lleva pistachos, y vino blanco.
Ingredientes:
- 115 grs de mantequilla
- 15 grs de azúcar moreno
- 15 grs de miel
- 100 grs de azúcar
- 1/2 cdta de sal
- 120 grs de harina tamizada
- 1/2 cdta de levadura en polvo
- 3 huevos L
- ralladura de medio limón
- 1/4 cdta de agua de azahar
- mermelada de naranja
- azúcar glacé para espolvorear
El día anterior preparamos la masa.
Derretimos la mantequilla, el azúcar moreno y la miel en un cazo a fuego medio. Removemos hasta que todo esté bien deshecho. Sacamos del fuego.En un bol, ponemos el harina junto el azúcar, la sal y la levadura en polvo. Vamos incorporando uno a uno los huevos, hasta que esté todo bien mezclado. Echamos la mezcla de mantequilla y azúcar, y por último, la ralladura del limón y el agua de azahar. La masa nos quedará con una textura muy suave, como si fuese una crema. Cogemos la masa, la tapamos con un film transparente y la dejamos en la nevera toda la noche, eso nos ayudará a que la masa tenga consistencia a la hora de rellenar los moldes.
El día de horneado.
Ponemos el horno a 190ºC.
Cogemos el molde y echamos spray antiadherente en los huecos. Sacamos la masa de la nevera, y la introducimos en una manga pastelera para poder distribuir bien la masa en los huecos. Vamos distribuyendo la masa con cuidado que no sobresalga de los huecos y que no llegue arriba del todo, pensad que tenemos que añadirle la mermelada.
Con una cucharadita, echamos un poco de mermelada en cada centro de las "madeleines".
Ponemos el molde en el horno durante unos 12-14 minutos, hasta que veamos que se doran un poco. Sacamos el molde, y dejamos enfriar del todo. Si queremos, podemos espolvorear las "madeleines" con azúcar glacé por encima.
Antes he dicho que no tenía molde para "madeleines", pero no era del todo cierto. mi hermana me dio una vez un molde de mini " madeleines" y como me sobró masa, las hice en versión mini, estas las tenemos que hornear unos 6 minutos ¡quedan tan graciosas!...
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